PARTICIPACIÓN ESCOLAR

 En esta nueva actividad de reflexión y análisis trataremos el tema de la participación escolar, que principalmente es la que ofrece una vía de comunicación directa entre el centro educativo y los agentes que participan en el, es decir: familias, alumnos y docentes. Como institución dedicada al aprendizaje, el centro ha de ser un espacio de interrelación entre todas aquellas personas que forman parte de él, incluyendo a la jerarquía de trabajadores de todo tipo del centro, el AMPA y los alumnos, que se reúnen en los Consejos Escolares, el principal órgano de gobierno del centro. Es principalmente en este “espacio” en donde se nos presenta el debate de opiniones y perspectivas entre los diversos actores del centro, lo que a priori enriquece enormemente el buen funcionamiento del centro.

La participación de los alumnos es fundamental, sin embargo, en muchos casos nos encontramos con una enorme falta de motivación dentro de las aulas. Frente a esto, los profesionales educativos deben trasladar de alguna manera el interés por participar a estos alumnos, algo que en principio parece realmente difícil, ya que para entablar un puente de comunicación firme entre el profesor y el alumno deben darse unas condiciones muy concretas. Pero el primer paso por parte del profesor es ofrecer la oportunidad de participación.



Por otro lado, el docente debe proporcionar a los alumnos las herramientas necesarias para conocer en que medida y de que modo deben aportar sus ideas. La participación que debe tratar de promover el docente supone la transmisión de determinados conocimientos o competencias. Además de la empatía necesaria para escuchar la opinión de sus compañeros y profesores, el alumno adquiere habilidades relacionadas con la expresión verbal, la cooperación, la implicación dentro del grupo o la integración.

La labor del docente pasa entonces por disponer a los alumnos de contextos diseñados para favorecer esa participación, como son los debates, charlas o actividades de exposición individual o en grupo. Todo ello sin olvidar que cada alumno cuenta con unas condiciones psicológicas y emocionales concretas, que pueden condicionar enormemente su participación. Como pueden ser problemas de autoestima, de socialización… En estos casos, el docente debe plantearse estrategias compuestas que incluyan medidas personalizadas para aquellos alumnos con dificultades en este plano.

Y es que, la labor de un profesor debe ir más allá de impartir una materia, debe tratar de motivar a sus alumnos a crecer en muchos sentidos, y eso incluye sentir que pueden y deben participar.

 

Comentarios

Presentación